26 de octubre de 2025. Caleao. Caso (Asturias).
Desde la bonita aldea de Caleao subimos a la Braña de Xulió (de Julio). Un camino flanqueado por rústicas cercas de madera remonta el arroyo del mismo nombre en medio de un tunel vegetal de castaños y avellanos. Ganamos altura casi sin darnos cuenta. Por momentos cae una fina lluvia, pero no importa, porque la temperatura es suave. Enseguida entramos en un hayedo que nos acompañará casi hasta la cabecera misma del valle.
El regreso lo hacemos por el Valle de la Pandiellina, donde también hay varias majadas; descenso que nos hace salir, finalmente, al Río de Los Arrudos. El paso entre valles lo realizamos por el Collao l’Arcu, a los pies de la Peña Cabeza de Arco, collado desde el que tenemos espléndidas vistas.
Los helechos -el helecho águila o Pteridium aquilinum- tiñen los altos de colores pardos y rojizos. Estos felechales, que han dejado huella en la toponimia de la zona, se dejan notar, y ¡cómo!, en el paisaje vegetal del otoño asturiano.
Las cabañas de estas brañas apenas si se mantienen en pie, aunque están aparentemente en uso, al menos la de Xulió; los chozos se asientan al abrigo de soberbios fresnos atlánticos.





1, 2, 3, Arroyo y Braña de Xulió. 4. Río Arrudos. 5. Majada de la Pandiellina.
En el hayedo, entre las hojas, encontramos los pequeños higróforos de marfil Hygropohorus eburneus. Fotografiamos también unos vistosos estéreos insignes (Stereum insignitum) y unas armilarias color miel (Armillaria mellea). Poco más por el momento.
La humedad del ambiente hace que los líquenes se encuentren hidratados. Uno de los llamados líquenes de perro, Peltigera membranacea, que crece en los taludes musgosos, muestra sus fructificaciones erectas en forma de silla de montar.
Lobaria pulmonaria exhibe esos llamativos apotecios que rara vez se observan en esta especie. También se perciben los isidios, estructuras de reproducción asexual. Es este un simbionte tripartito: además del hongo y el alga, incorpora a la asociación otro fotobionte, la cianobacteria Nostoc; gracias a ello es capaz de fijar el nitrógeno atmosférico.
Especie indicadora de bosques maduros y bien conservados, Lobaria pulmonaria se conoce como el pulmón del roble, aunque también lo es del haya; con sus lóbulos de verdes alveolos, estos líquenes pueden considerarse los pulmones del bosque sombrío.




1. Peltigera membranacea. 2. Stereum insignitum. 3. Armillaria mellea. 4. Lobaria pulmonaria.
En El libro de los hongos, el músico y micólogo amateur, entiéndase amante de los hongos, John Cage escribe:
En el caso de una sequía como la que sufrimos este año, ¿se deberían cancelar las salidas? La idea de Guy Nearing fue siempre que cuando los hongos no se hacían presentes, se podía estudiar los líquenes.
Buena idea. Al fin y al cabo son hongos también. A ello.


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